La obligatoriedad de obtener el certificado para la venta o alquiler de edificios existentes, radica en la necesidad de conocer la información sobre la demanda y el consumo energético de un inmueble para poder mejorar estos aspectos mediante una metodología que permite determinar los consumos. Esta metodología se basa en la Directiva 2010/31/UE del Parlamento Europeo donde se aprueba el Procedimiento básico de Certificación Energética de Edificios Existentes, que ha sido transpuesta a la normativa española a través del Real Decreto 235/2013, de 5 de abril.